Pero ya se ha hablado demasiado de este tema y yo prefiero hablar de lo futbolístico. Mourinho para poder ganarle al Barcelona tiene que empezar por formar y tener una base como el equipo de Guardiola. Ese constante cambio en la alineación y el persistente pedido y compra de jugadores no dejan que el equipo funcione como un relojito como sí lo hace el Barça. Si bien, también hay que reconocer que el equipo del portugués le jugó dos buenos partidos a los blaugranas –el primer tiempo del partido en el Bernabéu fue excepcional-, a Mou le falta.
¿Para qué trajo a Altintop?, ¿de qué va a jugar Sahin?, ¿dónde piensa poner a Callejón? Sergio Canales se hartó de ser suplente en su equipo y partió a Valencia donde podría ser tenido en cuenta más fácilmente. Con la banca y la cantera que tiene el Madrid se podría armar otro equipo de primera división en la Liga y probablemente se quedaría con un cupo de Europa League, o ¿por qué no?, de Champions.
Mou pidió a Coentrao –y se lo trajeron- y actualmente pone en duda la titularidad de Di María cuan el argentino fue una de sus figuras a lo largo de la temporada pasada. Además, tiene a quien en su momento se codeó el lugar por el mejor jugador del mundo con Cristiano Ronaldo y Lionel Messi: Kaká. No le basta: ahora, insiste por Adebayor y rogó por Neymar.
Gonzalo Higuaín sufrió una grave lesión y parece que perdió el puesto. Espero que a Mou no se le hayan olvidado los 27 goles que marcó (uno más que Cristiano) en 32 juegos en la temporada 2009/2010. Un promedio de 0.8 goles por partido; es decir, casi que anotó gol en cada cotejo.
Karim Benzema tuvo la oportunidad (responsabilidad) de sus sueños de reemplazarlo en el esquema titular y, al parecer, le quedó grande. Apenas pudo marcar 15 goles en 33 encuentros. Erró demasiados goles y fue intermitente en su juego. Ahora, Mourinho lo pone por encima del argentino.
Marcelo, gran lateral izquierdo, –primordialmente atacando- fue suplente en el partido de vuelta de la Supercopa española. ¿Qué pasó?... ¿quién sabe? El brasileño es uno de sus más fieles discípulos –hasta peleó con Dani Alves, su compañero de selección- y evidentemente le ha rendido muy bien.
Hay que reconocer que el equipo de Mourinho ha ido mejorando cada vez más en sus encuentros contra el Barcelona, pero para el próximo clásico debe llegar con un equipo formado y con una base establecida -y enfocarse más en lo futbolístico que en lo camorrero- si quiere ganarle al Barcelona. Porque vale la pena suponer que ya se dio cuenta que de pinchándole el ojo al ayudante de Pep, pisándole la cabeza a Cesc y haciéndole gestos a Messi o Dani Alves, no va a anotar más goles o evitar que le sigan marcando semejantes golazos.
Ah, y tampoco estaría mal si llega con, al menos, un poco de humildad, porque como dijo Piqué: “está destrozando el fútbol español”. Aunque, en ese caso y si eso ocurriera, dejaría de ser él.
Pablo Rios González
@pabloRiosg
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