domingo, 3 de junio de 2012

Mario Alberto Yepes



POR: NICOLAS PAREJA ESCALANTE. Twitter: @Nicopareja

- Nota publicada en la revista Fútbol Total de Colombia.


Martín Luther King fue un gran líder estadounidense que luchó por la igualdad en la sociedad, por el derecho al voto y porque se generara, de forma ecuánime, una aceptación de la raza de tez morena.

Robert De Niro, un tipo mucho más actual que King, en el campo de la actuación y el cine es un líder representativo. Marca huella en cada interpretación que realiza porque lo desarrolla con pasión y corazón.

Líderes en el mundo hay muchos, cada uno en su respectiva zona de acción. En Colombia, en lo futbolístico, Mario Alberto Yepes adopta el molde de esa figura: Es un caudillo que ha sabido llevar en alto, con orgullo y prestancia por todo el mundo la Tricolor cafetera.

Ese flaco desgarbado en el que Reinaldo Rueda depositó la confianza para que iniciara su carrera profesional en el Cortuluá, por allá en el año 1995, ha mutado en un símbolo del Milán de Il Cavaliere, Silvio Berlusconi.

Poco a poco fue tejiendo su curriculum e incorporando a su palmarés títulos que le respaldarían su buen laborar.  Su primera conquista fue en ese tremendo Deportivo Cali de 1998, donde él era parte de varios elementos con mucho talento como Gerardo Bedoya, Alexander Viveros, Rafael Dudamel, Victor Bonilla o Mayer Candelo.

Una soberbia banda que supo gritar campeón por el torneo local ante Once Caldas y, donde Mario Alberto cumplió a cabalidad conformando una sólida pareja con Andrés Mosquera.

Desde ahí se auguraba una grata presentación en la Copa Libertadores de 1999, pero nunca a tal punto de llegar a disputar el título. Lo consiguieron y el equipo del “Cheché” Hernández chocó frente al Palmeiras del Luis Felipe Scolari en una vibrante final que se definió por los tiros desde el punto penal. Yepes, en esa instancia y a lo largo de toda la Copa fue un baluarte en la defensa de los azucareros, y en los penales convirtió el suyo, que en la recta final, no alcanzó para transformarse en los reyes de América.

Esto le sirvió al defensa central para obtener la experiencia y el roce internacional que necesitaba para dar un  salto de calidad y ser exportado al fútbol argentino.

Ramón Díaz le dio la bienvenida para que se uniera a la Banda en el Apertura 99 donde se fue afianzando desde el anonimato. Debutó ante Instituto de Córdoba y partido tras partido demostraba gran seguridad. Consciente de que no era el más rápido del mundo, sus debilidades se notaban mucho menos gracias a la capacidad de intuición y posicionamiento para cortar los avances y salir jugando con categoría.

Y tenía una particularidad sobresaliente: Al sentirse próximo a ser superado por su rival, utilizaba la barrida como su último y muy efectivo recurso. Se convirtió en una constante y las “planchas” de Yepes se tornaron marca registrada.

Pasó el tiempo y el central colombiano ganó no sólo el corazón del hincha Millonario, sino también, los torneos del 99 y 2000. Fue un año fantástico en una tierra ajena al jugador, lo que realza mucho más su mérito.

Con su carrera mucho más nutrida y con un nombre resonante a gran escala, el destino que se le avecinaba era el del fútbol del viejo continente: Europa.

Fue ahí, cuando en el 2002 el Nantes lo sumó a su plantilla para engrosar la calidad en su filas, el cual venía de ser campeón de la Ligue1 en el 2001. A Mario se le apodó “El Rey” en este equipo y, probablemente tuvo sus mejores temporadas en Francia con los colores de esta institución. Hoy en día, lastimosamente, se encuentra descendido en la Ligue2.

Sus notables actuaciones no sólo en ese conjunto sino también en la Selección Colombia, al quedar campeones de América (2001), le valieron  la escarapela de ser buscado por uno de los grandes de Francia: El PSG.

Ahí Yepes se terminó de consolidar a nivel mundial. Difícil es llegar, pero lo es aún más mantenerse a tan alto nivel. Cuatro años en París entrenándose para ser cada día mejor dicen mucho de este titán del campo. Tanto esfuerzo y dedicación  también se vio recompensado recibiendo los títulos de Copa de Francia en el 2006 y de la Liga en el 2008.

Mario acumula 29 goles en el total de su carrera por los clubes que pasó, de los cuales ocho fueron convertidos durante su etapa en el PSG, la más goleadora de todas.

Después vinieron por dos años nuevas vivencias en el Chievo Verona. Enseñaba que un líder no ordena, un líder guía. Siempre solidario con sus compañeros dentro y fuera del campo. Una persona íntegra, un adalid cafetero que daba cátedra en Verona de cómo llegar a ser un gran paladín.

Esto sin dudas llamó la atención del gigante Milán. Caracterizado con contratar tipos de edad “avanzada” en el fútbol, se hicieron con los servicios de “El Rey” en el 2010. Esta etapa para Yepes ha sido la contracara de lo vivido a lo largo de su carrera. Ha tenido muy poca participación en las dos temporadas que lleva con los Rossoneri pero ha ganado mucho más aplomo y liderazgo pero ya con otro punto de vista, pensando más en lo que puede ser su no muy lejano retiro del fútbol profesional.


Se vienen las Eliminatorias al Mundial de Brasil 2014 y Yepes estará (como lo ha estado desde el 2002) presente en la Selección. El punto de inflexión es quizá, que no se sabe si llegará para la cita orbital, por lo que hay que aprovecharlo en su ahora con su aporte de experiencia pero sin descuidar los “futuros Yepes” como Stefan Medina, Pedro Franco, Luciano Ospina o Leyton Jiménez, por nombrar algunos, ya que el gran Mario Alberto no nos durará toda la vida.

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